CAPITULO II
La horticultura en la protección
climática y su acción
Estabilidad climática y la protección
hortícola
Nuestro clima tiene una estabilidad dada a través
de millones de años. Esto ha permitido tener regularidad, característica
esta que generó una evolución armónica y funcional
de las especies tanto animales como vegetales, vale decir, ese conjunto
de fenómenos climáticos como temperatura, lluvia, humedad,
vientos y otros dieron a la humanidad certidumbre, componente fundamental
que permitió a la humanidad diagnósticos y pronósticos
de las actividades primarias e industriales. En estas actividades se encuentran
las huertas y huertos en sus distintos tipos, donde el frutal arbóreo
es un principal protector de nuestro clima, porque lo estabiliza.
Zona ciclónica normal
Este fenómeno climático es muy
común en los distintos continentes, es positivo porque contribuye
con un nivel de lluvia que es favorable para las actividades agropecuarias
y en forma especial a la horticultura bajo lluvia.
La característica climatológica
es que cuando hay altas temperaturas, el aire se dilata y se forma un centro
de baja presión que en su periferia se forma una alta presión
ya que el aire se encuentra frió y por ende mas pesado. Esto permite
que haya movimiento de aire de las altas presiones a las bajas, generando
lluvias benéficas para las actividades agrícolas. Los vientos
que son movimiento de aire, son de baja velocidad que no supera los 50
Km. por hora, esto permite a que el hombre pueda establecerse geográficamente,
desarrollar una actividad con certidumbre, las actividades económicas
pueden ser planificable y no se producen fenómenos atípicos
y en el caso que se llegaran a producir son esporádicos.
Zonas ciclónicas anormales
Estas zonas ciclónicas anormales generan
centros de extrema baja presión y en su periferia una presión
atmosférica de extrema alta presión. Es aquí donde
se produce fenómenos violentos, vientos que superan los 200 Km.
por hora, el hombre pierde el sentido práctico de las actividades
económicas, vale decir, estas zonas han comenzado a acentuarse en
los distintos continentes de nuestro planeta causando múltiples
perjuicios desde la mitad del siglo XX y este comienzo de siglo XXI, vemos
un incremento en continentes como América, Asia, Europa y otros.
EXTREMADA BAJA PRESIÓN
EXTREMADA ALTA PRESIÓN
A partir de estos fenómenos anormales tenemos
que buscar herramientas, una de ellas es el árbol frutal insertado
en modelos hortícolas en forma zonal, regional, nacional y global.
La horticultura ecológica y los factores
climáticos
A fines del siglo pasado y comienzo del XXI observamos
muchas ciudades del mundo que han eliminado superficies arbóreas
en reemplazo de estructuras de hormigones, esta ampliación de la
superficie de cemento han generado y generan temperaturas más de
10° c de la temperatura que tendría que existir.
Aquí encontramos paseos como plazas, plazoletas,
platabandas y parques.
También observamos que en los predios
hogareños se ha ampliado marcadamente la superficie de hormigón.
Todo esto converge en ciudades que se han vuelto hostiles ante los seres
humanos, porque se ha generado centros urbanos de altas temperaturas, también
observamos que en el ambiente rural superficies de aldeas o pueblos pequeños
ha prevalecido el criterio de la superficie de hormigón.
Por todas estas razones es imprescindible un replanteo
urbanístico, donde deben existir superficies arbóreas que
sean compatibles con el medio ecológico y como este trabajo cuya
especialización es la horticultura y el medio ambiente, orientamos
al árbol frutal como un componente básico de los arbolados
urbanos que no solo nos brindan sombra, nos regula la humedad atmosférica,
también nos puede proveer de frutos que pueden ser utilizados en
los municipios para cumplir un fin noble como es la alimentación
en esa periferia social que necesita un apoyo más humano.
Con referencia al ámbito de superficie
hogareña también aconsejamos el árbol frutal que debe
acompañar a la familia desde un punto de vista ecológico
y productivo, De esta manera las comunidades urbanas y rurales estarían
aportando notablemente a mejorar las temperaturas ambientales, contrarrestar
erosiones por vientos y lluvias y preservar una alimentación para
cualquier emergencia humana.
Actualmente en este trabajo hemos sistematizado
una gran oferta de huertas y huertos, tanto para la subsistencia como para
el aspecto comercial. Todos estos modelos tienen un sentido ecológico
que están en capítulos posteriores.
Ciudades y aldeas con altas temperaturas
CIUDADES
CON POCOS
ÁRBOLES Y CON
SUPERFICIES DE
HORMIGÓN
PREDOMINANTES,
GENERAN ALTAS
TEMPERATURAS
LAS
ALDEAS SON
VICTIMAS DE LAS
SOBRECARGAS
DE HORMIGÓN,
GENERANDO ALTAS
TEMPERATURAS
Las altas temperaturas pueden ser de alto riesgo
humano.
Aprovechamiento del agua de lluvia
en la horticultura ecológica
Desde los comienzos de la horticultura los cultivos
eran con lluvia, muy posteriormente el hombre incorporo el riego artificial,
actualmente en nuestro mundo la mayor superficie de cultivos entre frutales
y hortalizas se da a través de las lluvias y por supuesto en escasa
cantidad con sistemas de riego artificial, es imprescindible que ese don
climático que nos da la naturaleza, que son las lluvias, que significa
vida, hay que preservarlo ya que dichas lluvias generan un aporte de elevado
nivel económico y permitiendo la vida de ciudades y pueblos a donde
los costos de infraestructura para la provisión de agua a través
de diques y canales son tan elevados que limita a muchísimas comunidades
este tipo de sistema, por esta razón al clima hay que preservarlo
en sus perfiles básicos como ser, los niveles pluviométricos
pueden cambiar en muchas regiones de nuestro planeta y de acuerdo a estudios
nos hacen ver que es imprescindible la presencia del árbol frutal
y forestal como componente biótico regulador en gran parte de nuestros
ecosistemas donde están los factores climáticos en riesgo
de perder su estabilidad, vale decir, entrando en la especialidad de la
horticultura, al árbol frutal que se puede desarrollar en zonas
donde los niveles de lluvia permiten llegar a cosecha, nos indica esta
condición climática que debemos dar una orientación
agresiva hacia el trabajo del árbol frutal insertado en las producciones
de hortalizas y legumbres, esto permitiría en muchas regiones de
nuestro continente la presencia de un árbol frutal predominante
y generador de una economía con gran incidencia socio económico.
Es por eso que cabe la reflexión en esta situación crítica
planetaria a donde los diagnósticos hortícolas ya lo tenemos,
simplemente debe acompañar una acción, que permita la materialización
del árbol frutal con características regional, es decir,
ese árbol adaptado al medio ecológico zonal y regional y
así podremos consolidar un trabajo fértil que converja a
mejorar las condiciones naturales de nuestro clima, nuestro suelo y que
incida en gran parte en la eliminación de la pobreza humana donde
es imprescindible mejorar a las actuales condiciones, muchas de ellas en
situaciones infrahumanas.
Debemos puntualizar que las frutas y hortalizas
deberían ocupar un 20 a 25% d nuestra alimentación diaria,
que vine a ser de 400 a 500 gramos de estos vegetales por día y
en persona mayores de 6 años hasta adultos mayores.
La horticultura bajo riego
Así como tenemos una horticultura con
lluvia y aprovecharla a esta, también tenemos que sacar provecho
de aquella tecnología que en estos momentos podemos utilizar para
la horticultura con riego artificial. Muchas regiones a donde los niveles
pluviométricos son bajos, donde no podemos implantar cultivos porque
se requiere de un complemento de riego artificial, es por eso que en materia
técnica debemos utilizar los sistemas de riegos que dentro de las
posibilidades hortícola nos permita, como ser los riegos pueden
ser: por inundación, por surco, por aspersión y por sistema
de goteo. El primer sistema de riego por inundación se caracteriza
por un elevado volumen de agua a emplear, pero en el sistema por surco
ya disminuye notablemente su volumen, y con respecto al riego por aspersión,
si bien este es costoso pero podemos manejar mucho mejor los niveles de
agua disponible para riego. Y en cuanto al riego por goteo, que esta difundido
en todo el mundo, que mediante este sistema ahorramos agua mucho mas que
todos los anteriores, principalmente, indicado para aquellas regiones xerofilas,
secas y que estos sistemas son para consolidar fundamentalmente árboles
frutales que permita la defensa del medio ambiente, principalmente en aquellas
zonas de laderas de montañas desnudas o aquellas zonas llanas sin
árboles, que mediante este evolucionado sistema de riego podemos
lograr montes de árboles frutales con capacidad de buen desarrollo
y producción, vale decir, que la horticultura bajo sistema de riego
es imprescindible ampliarla para proteger a través de las especies
arbóreas como los frutales, nuestro medio ecológico, hay
muchas regiones en distintas latitudes donde esta ausente la especie leñosa,
es aquí donde debemos buscar de generar huertos en sus distintas
categorías que nos provean de frutas, hortalizas y al mismo tiempo
protejas nuestro clima, porque el árbol frutal en forma masiva o
global estabiliza el clima, además de proteger el suelo.
La horticultura en el micro clima
El microclima se caracteriza por tener ciertos
rasgos que le dan toda una personalidad en un clima general regional. Siempre
en alguna y determinada latitud hay un microclima, uno de los mas frecuentes
es aquel que no se le producen heladas. Esta característica climática
permite a la horticultura desarrollar cultivos de hortalizas y frutales
en una situación privilegiada ya que están protegidos por
una geografía muy especial. Teniendo en cuenta esta situación
climática pensamos que en esas zonas los cultivos de mayor protección
ecológica como son los árboles y arbustos frutales tienen
que tener una presencia predominante ya que como componente regulador del
clima es imprescindible que los modelos de huertos sean impuestos en dichas
geografías tanto en un sentido de subsistencia como el aspecto comercial,
es por eso que no se debe dejar tierras ociosas en esta región privilegiada,
es conveniente tener una información básica sobre sus características
climáticas para así poder desarrollar una fruticultura que
además de protectora sea comercial y competitiva.
En la República Argentina, en el Norte
y en provincias como Salta más precisamente en la Colonia Santa
Rosa, es un lugar como referencia de micro clima, situación ésta
como para continuar con investigaciones geográficas y agronómomicas
que permitan detectar nuevas áreas con características de
microclima, ya que los microclimas no solo lo debemos tener en cuenta en
su estado térmico, sino también en sus niveles pluviométricos.
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